¿Qué te parecería disponer de un arma letal contra la corrupción masiva, personal y generalizada, que te permitiera luchar contra la pereza y el calentamiento global, fomentando en silencio, respeto y tolerancia, que utilizase balas de esfuerzo y espoletas con el excedente de tus calorías, burlando todas tramas de poderosos que ofrecen por las esquinas caramelos de hidrocarburos a muy alto precio con los que manejar los hilos del mundo y los de tu familia, ....y que además fuera totalmente inofensiva, arrancando a lo sumo al pasar, la sonrisa de un niño? Yo ya la tengo, se trata de la versión mejorada de la antigua bicicleta, cuyo único mantenimiento es bajar algún que otro viernes a charlar y tomar cervezas con los amigos.