Nice to meet you...
...oía que le susurraba el Gegant de Pedra a Jandro, la nueva criatura que correteaba entre sus faldas y a la cual no tenía todavía el placer de conocer. -Es un compañero de trabajo!- le dije, -Es joven... pero mira cómo se mueve con respeto, y cuando para, ¿no sientes que se alegra de respirar a fondo tu mismo aliento?... y además... sin decirle nada, va recogiendo y se guarda en la mochila todo aquello que deshonra tu recuerdo. -¿Podré volver a verlo?- me preguntó la montaña. -Dalo por supuesto.- En este caso, y sólo en este caso, vamos a empezar la casa por el tejado e iremos bajando poco a poco hasta llegar algún día a tomarnos los dos una cerveza en cualquier terraza de playa. ¿Que por qué?, porque el solito me habla de autosuficiencia, de retos con mochila, esterilla y algo de agua, de jugar con las estrellas hasta caer rendido y luego ordenarle a la luna llena que venga y nos quite el frío, me habla en el mismo dialecto de un amigo gallego,