Paseando con Suso por la Serra do Courel... y mucho más.
Pueblecitos de silencio, piedra y pizarra, agrupados no más que en puñados de casas, a punto de ser engullidos por bastas espesuras de robles, hayedos y castaños, ríos saltando por doquier trazando valles interminables que se pierden bravos en busca de una muerte civilizada, senderos olvidados por carretas y mulas, tomados ahora por helechos, piornos y zarzas, tras la llegada del asfalto. Con todo esta panorama de fondo y con Suso como guía de lujo de una ruta circular más o menos trazada en su mente, aunque sin un track definido, y con el placer que produce dejar espacio a la aventura controlada, margen para el error y la improvisación, caminando con los cinco sentidos extendidos, imaginando en laderas, viejos refugios de piedra para colmenas protegidas contra osos, saboreando arándanos y fresas silvestres, oliendo a leña y prados de hierba recién cortados, bebiendo de fuentes del color del hierro, y sintiendo bajo los pies el sol abrasador propio del Mediterráneo, hemos disfru...