García Juanes inició en Sarria el reto de hacer mil kilómetros en 96 horas
Las pistas de atletismo del estadio sarriano de Ribela fueron el lugar elegido por Jesús García Juanes para iniciar su nueva aventura. En esta ocasión se ha propuesto cubrir más de 1.000 kilómetros en las próximas 96 horas y comenzó ayer a las 12 del mediodía.
Las primeras 24 horas las dedicará a dar vueltas en bicicleta en el estadio sarriano. El primer objetivo es que hoy a las 12 haya completado los primeros 500 kilómetros de su periplo.
La segunda etapa tiene previsto iniciarla alrededor de las 13 horas de hoy. En ese momento se subirá en un kayak en las inmediaciones de la Escuela Lucense de Piragüismo y en un amplio tramo del río Miño completará un recorrido de 100 kilómetros.
El periplo en el agua también ha calculado que se prolongue alrededor de un día y el sábado cambiará la piragua por un monopatín para completar 300 kilómetros en Lugo con un recorrido que todavía no había determinado por completo.
En el caso de que cumpla los tres primeros retos con éxito, el domingo alrededor del mediodía y en plenas fiestas del San Froilán, subirá a la muralla para cubrir a pie los 100 kilómetros que le faltarán para alcanzar la complicada meta que se ha propuesto conseguir en esta ocasión.
El aventurero lucense decidió dedicar esta iniciativa a concienciar a la gente sobre la importancia de la seguridad vial y eligió Sarria como punto de partida por un doble motivo. «En primer lugar al ser un cuadriatlón sobre los problemas con el tráfico era lógico elegir un lugar que está tristemente de luto por lo sucedido la madrugada del pasado sábado. También es importante que Ribela disponga de la una superficie de atletismo de asfalto para poder circular con normalidad», dijo Jesús García Juanes.
Durante todo el tiempo que dure el reto, García Juanes desconocía ayer si le dará tiempo a dormir alguna hora entre prueba y prueba o en el transcurso de alguna. Manifestó que no es capaz de alimentarse mientras circula en bicicleta o en el monopatín y por lo tanto cuando necesite comer hará alguna pausa. «No tengo previsto el número de veces que necesitaré detenerme en cada modalidad. La necesidad de alimentarme me la marcará el cuerpo y pararé cuando tenga hambre o sed».
La bicicleta y el kayak no tienen ninguna característica especial. El monopatín está construido en Finlandia expresamente para poder recorrer grandes distancias con una relativa comodidad y por lo tanto no es un modelo convencional.
El aventurero señaló que el principal problema que encuentra en este complicado reto es tener que hacer todas las pruebas sin contar con ningún apoyo. Por ello apeló a las personas de Sarria y Lugo que deseen acercarse a cualquiera de los lugares en los que va a andar en bicicleta o en kayak para animarle y ayudarle a recuperar fuerzas. «Es muy importante el aliento, sobre todo en los últimos días cuando el cansancio haga más mella. Me gustaría escuchar palabras de ánimo», dijo García Juanes que ayer recibió el calor de algunos sarrianos.
Las primeras 24 horas las dedicará a dar vueltas en bicicleta en el estadio sarriano. El primer objetivo es que hoy a las 12 haya completado los primeros 500 kilómetros de su periplo.
La segunda etapa tiene previsto iniciarla alrededor de las 13 horas de hoy. En ese momento se subirá en un kayak en las inmediaciones de la Escuela Lucense de Piragüismo y en un amplio tramo del río Miño completará un recorrido de 100 kilómetros.
El periplo en el agua también ha calculado que se prolongue alrededor de un día y el sábado cambiará la piragua por un monopatín para completar 300 kilómetros en Lugo con un recorrido que todavía no había determinado por completo.
En el caso de que cumpla los tres primeros retos con éxito, el domingo alrededor del mediodía y en plenas fiestas del San Froilán, subirá a la muralla para cubrir a pie los 100 kilómetros que le faltarán para alcanzar la complicada meta que se ha propuesto conseguir en esta ocasión.
El aventurero lucense decidió dedicar esta iniciativa a concienciar a la gente sobre la importancia de la seguridad vial y eligió Sarria como punto de partida por un doble motivo. «En primer lugar al ser un cuadriatlón sobre los problemas con el tráfico era lógico elegir un lugar que está tristemente de luto por lo sucedido la madrugada del pasado sábado. También es importante que Ribela disponga de la una superficie de atletismo de asfalto para poder circular con normalidad», dijo Jesús García Juanes.
Durante todo el tiempo que dure el reto, García Juanes desconocía ayer si le dará tiempo a dormir alguna hora entre prueba y prueba o en el transcurso de alguna. Manifestó que no es capaz de alimentarse mientras circula en bicicleta o en el monopatín y por lo tanto cuando necesite comer hará alguna pausa. «No tengo previsto el número de veces que necesitaré detenerme en cada modalidad. La necesidad de alimentarme me la marcará el cuerpo y pararé cuando tenga hambre o sed».
La bicicleta y el kayak no tienen ninguna característica especial. El monopatín está construido en Finlandia expresamente para poder recorrer grandes distancias con una relativa comodidad y por lo tanto no es un modelo convencional.
El aventurero señaló que el principal problema que encuentra en este complicado reto es tener que hacer todas las pruebas sin contar con ningún apoyo. Por ello apeló a las personas de Sarria y Lugo que deseen acercarse a cualquiera de los lugares en los que va a andar en bicicleta o en kayak para animarle y ayudarle a recuperar fuerzas. «Es muy importante el aliento, sobre todo en los últimos días cuando el cansancio haga más mella. Me gustaría escuchar palabras de ánimo», dijo García Juanes que ayer recibió el calor de algunos sarrianos.
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