Los dardos
Cuando sacamos en la Parroquia del tema de los dardos, nos estamos refiriendo a uno de los discursos del Maestro Buda Gautama el cual viene a decir más o menos…
…cuando una persona mundana que no conoce la Enseñanza es tocada por una sensación dolorosa, se inquiera y aflige, se lamenta, se golpea el pecho y llora y está muy turbada. Es como si un hombre fuera traspasado por un dardo y, a continuación del primer impacto, fuera herido por otro dardo. Así pues, esa persona experimentará las sensaciones causadas por dos dardos. Ocurre lo mismo con la persona mundana que no conoce la Enseñanza: cuando es tocada por una sensación dolorosa, se inquieta y sufre, se lamenta, se golpea el pecho, llora y está muy turbada. Así experimenta dos sensaciones: la sensación corporal y la sensación mental.
No cabe duda de que, dependiendo del grado de lucidez mental y madurez emocional, las reacciones serán más o menos anómalas. Es por esta razón por lo que un pequeño incidente genera mucha tensión y malestar en una persona inestable, en tanto que un incidente mucho más grave puede no afectar en exceso a otra más integrada. En la senda de la madurez emocional también hay que ejercitarse en:
- Dejar los sucesos en su justo lugar, sin reaccionar desproporcionadamente, aplicando la visión clara, la ecuanimidad y firmeza, con aceptación consciente de las situaciones inevitables. Cuando algo no pueda ser solucionado hay que resolverlo dentro de uno y no estar clavándose innecesariamente el segundo dardo. Mediante la ecuanimidad comprendemos que todo discurre, todo pasa, nada permanece igual constantemente.
- Aprender a desdramatizar, que ya en sí mismo es signo de salud mental.
- Desarrollar el sentido del humor, que deviene cuando la visión se amplía y somos menos egocéntricos.
- Comprender que la vida, al ser dinámica, “se encarga de desbaratarlo todo” y que es necesario propiciar emociones positivas a pesar de las circunstancias adversas o vicisitudes que a todos nos toca vivir.
- Tomar la vida como un maestro, un desafió y un aprendizaje, fluyendo en armonía, sin inútiles resistencias.
- Renunciar a todo sufrimiento inútil, como el que precisamente nos generan los estados mentales y emocionales negativos.
Para más información… http://www.latinpedia.net/Sociedad/pensamiento/Universo-interior-ad684.htm
Por suerte, para los poco instruidos en la doctrina, tenemos a mano la cura de la alhambra 1925 con la cual conseguimos calmar un poco los dolores del segundo, tercer y cuarto dardo.;-))).
…cuando una persona mundana que no conoce la Enseñanza es tocada por una sensación dolorosa, se inquiera y aflige, se lamenta, se golpea el pecho y llora y está muy turbada. Es como si un hombre fuera traspasado por un dardo y, a continuación del primer impacto, fuera herido por otro dardo. Así pues, esa persona experimentará las sensaciones causadas por dos dardos. Ocurre lo mismo con la persona mundana que no conoce la Enseñanza: cuando es tocada por una sensación dolorosa, se inquieta y sufre, se lamenta, se golpea el pecho, llora y está muy turbada. Así experimenta dos sensaciones: la sensación corporal y la sensación mental.
No cabe duda de que, dependiendo del grado de lucidez mental y madurez emocional, las reacciones serán más o menos anómalas. Es por esta razón por lo que un pequeño incidente genera mucha tensión y malestar en una persona inestable, en tanto que un incidente mucho más grave puede no afectar en exceso a otra más integrada. En la senda de la madurez emocional también hay que ejercitarse en:
- Dejar los sucesos en su justo lugar, sin reaccionar desproporcionadamente, aplicando la visión clara, la ecuanimidad y firmeza, con aceptación consciente de las situaciones inevitables. Cuando algo no pueda ser solucionado hay que resolverlo dentro de uno y no estar clavándose innecesariamente el segundo dardo. Mediante la ecuanimidad comprendemos que todo discurre, todo pasa, nada permanece igual constantemente.
- Aprender a desdramatizar, que ya en sí mismo es signo de salud mental.
- Desarrollar el sentido del humor, que deviene cuando la visión se amplía y somos menos egocéntricos.
- Comprender que la vida, al ser dinámica, “se encarga de desbaratarlo todo” y que es necesario propiciar emociones positivas a pesar de las circunstancias adversas o vicisitudes que a todos nos toca vivir.
- Tomar la vida como un maestro, un desafió y un aprendizaje, fluyendo en armonía, sin inútiles resistencias.
- Renunciar a todo sufrimiento inútil, como el que precisamente nos generan los estados mentales y emocionales negativos.
Para más información… http://www.latinpedia.net/Sociedad/pensamiento/Universo-interior-ad684.htm
Por suerte, para los poco instruidos en la doctrina, tenemos a mano la cura de la alhambra 1925 con la cual conseguimos calmar un poco los dolores del segundo, tercer y cuarto dardo.;-))).
Si no se produce una catástrofe, creo que nos veremos pronto. Pero tened en cuenta que yo no puedo con más de dos botellines. Creo que lo pasaremos bien. Un abrazo.
ResponderEliminarSuso, cómo vienes ?, en monopatín, bici, kayak ........... porque no dejas de sorprendernos.
ResponderEliminarSuso, tú ven a tu ritmo, pero has de saber que la semana que viene son las fiestas de la Magdalena es Castellón, y que para el domingo 22 tenemos una carrera popular tras la cual nos juntamos los vecinos del barrio que tú conoces en la Parroquia. Sería bueno verte por aquí ese día.
ResponderEliminarHasta pronto.