GRANDES RETOS Y RETOS PERSONALES

Hola a todos.

Podría pero no quiero extenderme filosofando sobre lo que supone un reto, o simplemente sobre las característias de un reto: los hay de aventura, espectaculares, arriesgados, hermosos... Pero algunos que por carecer de esas características nos pasan inadvertidos, y no por ello carecen de menos grandeza. Son los personales.

Se acerca un reto muy importante para muchas personas, como lo es La Marató i Mitja de Muntanya. Por eso le dije a Fernando y Manolo, ya veteranos en la prueba, que me relataran su experiencia. Y prefiero cederles la palabra a ellos. Así que os copi un fragmento de un correo que recibí este fin de semana de mi amigo Fernando, ex-vecino y compañero de fatigas en Borriol:

Como decía el amigo Julio, todo el pescado está ya vendido. Este sábado hemos subido el penúltimo escalón antes de llegar al más alto: la Marató i Mitja.
Después de muchos meses (prácticamente desde el pasado mes de Septiembre) y después de mucho correr, con mayor o menor regularidad, por pistas y sendas de media provincia, hoy hemos cumplido con la última de las carreras que nos conducen a la reina de las carreras en nuestra provincia (y parte del extranjero…): la Marató i Mitja.
Hoy hemos participado en la Marxa a peu de Cabanes.
La jornada ha comenzado con el sonar del despertador: las 6 de la mañana y a levantarse de prisa, que a las 6 y media había quedado con Manolo. Afortunadamente, Manolo se pudo inscribir a última hora a la carrera, cosa que me alegró porque es mucho mejor hacer las carreras en compañía y más aún si el que te acompaña ya conoce el terreno.
Al llegar a Cabanes, un buen recibimiento: 7º de temperatura que se unen a la pereza propia de estas horas de la mañana, y hala, a cumplir con la rutina de todas las carreras: recogida de dorsales, cambio de ropa en el coche y unos 15 minutos de calentamiento y a apiñarse lo más cerca posible de la línea de salida.
A las 8 en punto han dado la salida con el típico “cohet” y los algo más de 300 corredores hemos iniciado una carrera que, en general, me ha parecido bastante maja.
Los primeros kilómetros, con constantes repechos y bajadas, son “corredores”, sobre todo porque te encuentras al principio de la carrera y estás fresco. Me sorprendo al ir adelantando bastante gente, sobre todo en las subidas. Desde el principio, Manolo ha ido marcando un ritmo constante, tanto en las subidas como en las bajadas, y así hemos ido pasando un kilómetro tras otro, así como los dos primeros controles, hasta que hemos llegado al tercero, en el km. 17.
Aquí la cosa ha cambiado, al menos para mí. Empezábamos la subida más dura de esta carrera: la Ferradura con, aproximadamente 2 kilómetros de fuerte y constante desnivel. Obviamente, aquí nosotros ya no somos capaces de correr pero, aún así, creo que llevábamos una buena subida, andando bastante rápidos, hasta que después del km. 18… pinchazos en los dos gemelos. Por unos momentos no he podido tan siquiera andar, así que lo único que procedía era parar y estirar músculos, a ver si, con un poco de suerte, esto funcionaba y podía seguir. En este caso, efectivamente, ha habido suerte y poco a poco he podido seguir; primero andando con mucha precaución y, tras unos minutos, otra vez trotando.
Aquí ya no he sido capaz de seguir el ritmo de Manolo y el resto de la carrera, que afortunadamente ya no era mucho, lo he tenido que hacer al que mis piernas me permitían. Mi objetivo de hoy era estar alrededor de 2h 45’ y, con todo, he conseguido 2h 38’ lo cual, junto con los resultados de las demás carreras (Vilabella, Borriol y Atzeneta) me hace albergar esperanzas de conseguir mi reto para la Marató i Mitja de este año, que es el bajar de 9 horas.
El que a buen seguro sí conseguirá el suyo es Manolo. Su tiempo: 2h. 32’ y llegando a meta muy fresco.
En fin, ahora lo de siempre: uno o dos días para recuperar el tono muscular de las piernas y a aprovechar las tres semanas que nos quedan para los 65 km. que separan el Estadio Castalia de la Ermita de Sant Joan de Penyagolosa.
Que el Senyor ens trobe confessats…

Fernando Marmaneu