El inicio de 2010
La noche de fin de año salimos a cenar con unos amigos a un local que nos sorprendió a todos un poco. Era un lugar pequeño y tranquilo, sin cotillón ni adornos navideños. Apenas unas lamparitas sobre las mesas iluminaban un escueto salón escasamente decorado. La gente hablaba sin gritar, respetando a los que estaban cenando en las mesas cercanas. Al final, tras las doce campanadas, nos sorprendieron con una actuación memorable que pude grabar con mi móvil.
¡Menudo lujazo!!!!!
ResponderEliminarPaz