¿Pensabas que fue un sueño?
Pues ya ves que de eso nada.
Lo que soñaste una tarde de siesta de verano, o viste pasar, atravesando a la vez, pasado, presente y futuro en unas décimas de segundo por un carril bici de Castellón, o sentiste cómo chiporroteaban las piedras de una trialera sobre las que bajaba un tipo sospechoso de pie sobre una especie de bici sin sillín ni pedales, ... todo eso era realidad.
Hoy ha salido de su jaula. Como el rey león que es, paseando por una autopista cerrada al tráfico de 50 Km., sin peajes, con vistas a la costa, a la montaña, a la playa, al sol, sin levantar humo, ni ruido, ni necesidad, ha rugido su cautiverio, ha proclamado su supremacía, ha reclamado su libertad.
Vuelve el patinete, la metáfora que rompe nuestra sociedad, que con menos tecnología, menos confort, menos ataduras, menos bienestar... tenemos más libertad, más sencillez, más felicidad.
Lo que soñaste una tarde de siesta de verano, o viste pasar, atravesando a la vez, pasado, presente y futuro en unas décimas de segundo por un carril bici de Castellón, o sentiste cómo chiporroteaban las piedras de una trialera sobre las que bajaba un tipo sospechoso de pie sobre una especie de bici sin sillín ni pedales, ... todo eso era realidad.
Hoy ha salido de su jaula. Como el rey león que es, paseando por una autopista cerrada al tráfico de 50 Km., sin peajes, con vistas a la costa, a la montaña, a la playa, al sol, sin levantar humo, ni ruido, ni necesidad, ha rugido su cautiverio, ha proclamado su supremacía, ha reclamado su libertad.
Vuelve el patinete, la metáfora que rompe nuestra sociedad, que con menos tecnología, menos confort, menos ataduras, menos bienestar... tenemos más libertad, más sencillez, más felicidad.
Además de las sonrisas habituales que he conseguido arrancar de los padres e hijos curiosos que me he cruzado, he conseguido que un motorista diera la vuelta con su moto para hacerme parar, se ha quitado el casco, era un humano de verdad, no estaba enfadado como pudiera parecer, y me ha preguntado cómo y dónde conseguí el patinete, que se lo iba a comprar.
Buenos días
ResponderEliminarSoy el motorista, gracias por tus palabras.
No, no estaba enfadado, todo lo contrario, me alegró el día coincidir con una persona con un dialogo y unas aficiones tan sanas como las que me demostraste.
Tengo una perra, una braco de weimar, y hacia tiempo que buscaba un aparatejo como el tuyo para poder disfrutar con ella del deporte y de la naturaleza
Hola Julio.
ResponderEliminarMe alegro por tu interés y tu decisión al pararme y preguntar. Mucha gente se quedan mirando sorprendidos cuando paso, pero no se atreven a dar el siguiente paso.
Espero que encuentres el patinete de tus sueños y que lo disfrutes con tu perra tanto como yo. Ya me contarás.
Un saludo.
Como bien dices David en la simpleza es donde realmente se disfruta y se valora los pequeños detalles de la vida
ResponderEliminarEl tío de la furgoneta blanca ha cogido depresión, lleva toda la vida aparcando en Benicásim y no había visto nunca un patinete.
ResponderEliminarel sabado por la mañana estuve por la via verde con mi hijo, para arriba y para abajo
ResponderEliminarno nos cruzamos de casualidad