CS - ARTEMIO

Hoy sábado han fallado metereologos y satélites: Marian ya lo decía, y es cierto que las predicciones llevan cierto retraso, y si te dicen que toca lluvia a las 12 (como el jueves), no cae hasta la hora de salir a rodar a las 6 de la tarde; y si te dicen que a partir de las 9 asomará el sol, no lo hace hasta la hora de comer. Así que esta mañana hemos salido con dudas por lo tapado que estaba el cielo, pero confiados en que el Sol fuera asomando las mangas por entre las nubes, y además como machotes: de corto y sin chubasquero.

Ya en Benicassim hemos tenido las primeras gotas de lluvia, pero el calvario estaba por llegar, y desde la Vía Verde hasta el Artemio hemos sufrido una auténtica ducha de agua fría! No es la primera vez que me oís decir que me gusta menos el agua que a los gatos, pero ante la perspectiva de darme la vuelta a 20 kms de casa, he preferido darme un baño (y no de gloria precisamente). Afortunadamente no ha hecho mucho frío, así que la hemos llevado con resignación a pesar de que en algunos tramos y por obras en la playa nos ha tocado meternos hasta los tobillos. Vamos, como decía Carlos, entre el running y el barranquismo! jajaja.
Hoy era un día para hablar de proyectos y retos por el camino. Era un día para comprobar cómo lleva Paz su preparación de cara a la maratón de París; y comprobar como respondíamos David y yo a 2 rodadas de más de 30 kms en escasos 7 días. Siguiendo el orden inverso, sin duda se nota el tiempo del que he dispuesto y la preparación que llevo fundamentalmente porque después del esfuerzo (que me canso como todos) recupero con bastante rapidez, así que estoy muy satisfecho. David, sin tiempo para rodar entre semana desde hace unas cuantas, sigue con su particular de oca a oca y piernas duras como una roca: mañana seguro que recupera con la bici, y también es posible que el lunes vuelva a llegar a su trabajo como si se acabara de bajar del caballo. Y nuestra amiga Paz está como una rosa, y hemos decidido colgar su hazaña en el blog del los retos de nuestro amigo gallego (buena suerte Suso y que disfrutes del próximo) porque se ha hecho toda la ruta en plena autonomía: ni un trago de agua ni una mísera barrita.
Y lo más duro lo hemos sufrido al final, cuando al llegar a nuestro destino hemos visto que el Artemio estaba cerrado! Nuestro gozo en un pozo... La culpa, como decía David, el organizador por no comprobar antes de programar la ruta si estaba abierto o no. Menos mal que siempre hay un plan B, y la birra y el bocata han caído igualmente. Lo cierto es que hemos disfrutado igualmente, poniendo tanto a prueba nuestra resistencia y a la vez la capacidad de sufrimiento (eso que normalmente perdemos con la edad porque ganamos cordura): alejandonos del tráfico, escuchando por partes iguales mar y lluvia, un arco iris brutal que espero haya captado la cámara del móvil de David... Por cierto, que espero él ponga tambien su entrada o como poco cuelgue sus fotos.