MONOLOGO SOBRE EL EFECTO LLAMADA
Hoy, después de un largo paréntesis estival, donde he podido disfrutar de fantásticas sendas y caminos casi a la puerta de mi casa, y sufrir el agropop de las verbenas de agosto... lamentablemente también a las puertas de mi casa; he vuelto a correr por mi zona de entrenamiento habitual: la ruta del colesterol. Y ha sido espectacular la cantidad de gente con la que me he encontrado corriendo.
Por eso de distraer la mente con pensamientos vanales mientras escuchas el ritmo de tus pisadas, cavilaba sobre qué ha motivado que la gente se haya echado con esa voracidad a correr por las calles. La operación bikini dicen suele inducir a las mujeres a sudar esa grasita que al parecer se cultiva como los hongos en invierno; pero estamos de vuelta de la operación bikini, así que esa no debe ser una causa o argumento de peso. Pero también es cierto que los hombres en verano a base de cervecita y callos de pueblo consiguen ese tipito que de perfil es la antítesis de la tableta de chocolate de Ronaldo, y por tanto lo primero al volver a la ciudad es recuperar la flaccidez del abdómen, así que hay que ponerse a la tarea dándose unas carreritas con la ipod colgada del brazo (juer, ya se ven más iphones que garmins). Los callos creo que si, pero está científicamente probado que la cerveza practicamente no engorda... sólo empacha si bebes más de un litro. Pero bueno, en mi caso esa leve desfiguración prefiero pensar que ha sido por la cerveza (no me gustan lo callos) que por la edad!!!jejeje
Este verano, compartiendo tertulias con otros compañeros de ruta, coincidíamos con sorpresa a la hora de valorar la cantidad de gente que se está aficionando a correr, opinando que en muchos casos las personas desempleadas estan ocupando de manera positiva su tiempo en correr y hacer deporte en general: el auge del running, del MTB y del padel es total.
Pero en definitiva, creo que hay objetivamente algo que está "llamando" a la gente a ponerse a correr: la maratón de Castellón. Ese "efecto llamada" está siendo decisivo a la hora de crear afición en el entorno. Lo que me apena es pensar que ese efecto sea pasajero. Ya veremos cuanto dura esa capacidad de convocatoria que ha tenido estas dos ediciones, con la amenaza de la maratón de Valencia pocas semanas antes y cuando deje de ser un evento atractivo para la promoción de los políticos: sin duda la maratón tiene ese otro efecto llamada, eso que se dice "vende". A falta de infraestructuras, ayuntamiento y diputación se sostentan a duras penas con este evento deportivo. Pero ya veremos si no se les ocurre inaugurar por segunda o tercera vez el aeropuerto, y el presupuesto de la maraton se lo meriendan en dos horas en el catering!
Si señor! Nadie se quiere morir. Un primer pasito hacia la toma de conciencia de estar vivo.
ResponderEliminarhay runningmanía. Menos mal que nosostros compensamos con alguna cervecilla
ResponderEliminarel dia que haya kayak-mania...... me lo dejo
ResponderEliminarvale, vale... corremos para quemar las cervecitas que nos tomamos, pero cuando acabamos volvemos a reponer lo que perdemos con alguna otra cervecita. Así no hay manera!!!!
ResponderEliminarLlamalo culto al cuerpo, gen primigenio que hace al hombre competitivo, o secrecion de serotonina a granel, pero tienes razon en lo de echarse a la calle a correr, donde sea , como sea y a la hora que sea. Es como la migracion de los pajaros que sienten el irrefrenabre instinto de volar bien lejos. Algo de pajaro o animal tendremos los que nos sentimos runners que llega el maraton y nos vemos "llamados" por la fiebre de Filipides.
ResponderEliminarSaludos para todos. Y a correr.
Vicent Fabregat