Matemáticas puras.
Dado un campo espacial E limitado e invariable en su largo y ancho, si elegimos con mucho cuidado y acierto una época del año y una hora del día ideal que llamaremos t', la multiplicamos por n, cantidad de participantes en el evento (1 está bien, 2 ideal, 3... yo no pondría más), y por c, capacidad de sorprenderte cada día realizando cosas nuevas, sumado todo ello a la garantía de un final feliz llamado Fh, y dividido todo por Cr, constante social que tiende al apelotonamiento y masificación por buscar una más que cuestionable seguridad personal, .... el resultado de todo ello es un MÁXIMO PLACER tal, MP, que trasciende kilómetros, marcas y horarios y solo atiende al nacer de los astros, al olor del campo mojado y al plateado furor de la mar.
Vicent, recibiendo su dorado trofeo tras terminar sin saberlo su primera media maratón por varios de los carriles-bici de Castellón.
La "i" que intencionadamente había eludido por si algún matemático puro hubiese querido indagar, es la ilusión a la que cada uno se esfuerza en elevar, cualquier sencilla actividad, proyecto, reto, o como lo quieras llamar, programado o al azar, colectivo o individual, con enorme sufrimiento o simplemente buscando un feliz final.
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