Imagina fuerte... y lo tendrás.
Imaginad a una persona con mochila acondicionada para la ocasión, recorriendo las sendas y caminos cercanos a tu ciudad, con un número indeterminado de cervezas volldamms frías, repito, frías, junto con otro amigo que lo acompaña y protege en todo momento de posibles asaltos, refriegas y alteraciones de la paz.
¿Y si te gustara realmente la cerveza?. Me refiero a que...¿ y si te gustara de verdad y además tuvieras la sana costumbre de salir habitualmente a runnear?, …¿no llevarías un euro encima, por si acaso la fortuna una vez en tu vida decide ser tu amiga y hacerte feliz?
Sólo una pega le veo a este sueño ideal...al porteador y a su acompañante tal vez les guste mucho la cerveza, por lo que poco a poco se les van agotando las reservas...lo digo para que lo tuvieras muy en cuenta y no pararas demasiado a descansar.
Los beneficios, si los hubieran, irían a parar a la Sam Minard Foundation, en memoria de todos aquellos espacios naturales colonizados sin piedad.
No se aceptarían tarjetas de crédito y sólo se fiaría a aquellos que pudieran demostrar que les gusta la cerveza de verdad.
Imagino que llevarían adosado a su mochila un cartelito como este.
Qué pasada!!, si pudiera ser verdad.
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