Una de las mil maneras...
... de regresar a casa tras un largo puente.
Primero, elegir un trayecto largo, bonito y tranquilo,
que suba colinas tomadas por grandes iglesias con campanarios, y casas y patios y niños jugando por las calles.
que te lleve por kilómetros y kilómetros de carreteras olvidadas,
que se asome de vez en cuando a la playa,
que te hable de una historia ya pasada,
y te permita descansar un momento sobre la hierba de una torre salada,
y tomar un baño de brillos de atardecer y mar en calma.
todo ello sin atascos, malos humos, peajes, ni ruidos estridentes.
Te gusta conducir?
Te dejan elegir?
Pues tu decides.
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