Fue un éxito de ilusión. Otro viernes más, la treintena de personas que nos reunimos en la Plaza Mayor para pasear en bici por las calles de Castellón , volvimos a dar una lección en movilidad inteligente y respetuosa hacia el conjunto de los ciudadanos. Jóvenes y curtidos, volvimos a reclamar una ciudad más humana, más tierna, más silenciosa, más respirable, más relajante, más divertida, más...mejor. Los más pequeños tuvieron la oportunidad de sentir que la ciudad también les pertenece a ellos, con sus calles, sus rotondas, sus aceras, sus policías, sus farolas, sus fuentes, sus semáforos. Está bien que de vez en cuando los adoquines se ablanden un poco al paso de las bicis de unas criaturas llenas de ilusión y ganas imitar buenas conductas.