... y no contamina, ni gasta gasolina!!
Hace algún tiempo que vengo sustituyendo las carreras de montañas organizadas por salidas casi sin premeditar, decididas la misma noche anterior al calor de unas cervezas con los amigos. Supongo que el ligero cambio de rumbo es debido a las pocas ataduras que supone calzarte unas zapatillas, colgarte una mochila con agua y algo dulce que comer, y seguir más o menos una línea imaginaria disfrutando de kilómetros y kilómetros de montañas casi en soledad, con tan solo un móvil con cámara de fotos que te permita avisar y a la vez tratar de captar la centésima parte de lo que se siente al atravesar ciertos rincones de nuestro entorno. La previsión de gota fría, me hizo tomar precauciones y coger un chubasquero en la mochila, y efectivamente al salir de Castellón, las nubes amenazaban cumplir los pronósticos. Tras media hora de carril bici y rugidos de feroces neumáticos sobre el asfalto, por fin me voy adentrando por un camino por el que siento como la naturaleza me va engullendo